Paso 1: Elabore una lista de pausas PAX que sean apropiadas para el niño o niños y el entorno.
Paso 2: Cuando corresponda, anuncie la pausa PAX de manera calmada y sin mucha explicación.
Paso 3: Facilite un espacio emocional y físico para calmarse.
Paso 4: Utilice un temporizador/cronómetro para recordarle al adulto cuándo debe ir a ver cómo está el niño.
Paso 5: Cuando el adulto y el niño estén calmados, reinicie la discusión y elógielos por haber hecho una pausa PAX.